diferencia entre IA y AGI

IA y AGI ¿es lo mismo? Cuál es la diferencia y por qué importa

En los últimos años, el concepto de inteligencia artificial (IA) ha pasado de ser algo propio de la ciencia ficción a una realidad de nuestro día a día. Mientras la mayoría de nosotros estamos familiarizados con las aplicaciones más comunes de la IA, como los asistentes virtuales o los sistemas de recomendación, una nueva tecnología está comenzando a tomar forma: la Inteligencia General Artificial (AGI). Aunque ambos términos comparten la palabra «inteligencia», sus capacidades y objetivos son muy diferentes. Comprender estas diferencias es fundamental y este artículo te descubrirá lo que distingue a la IA de la AGI, por qué esta última es tan importante.

¿Qué es la Inteligencia Artificial (IA)?

La inteligencia artificial se refiere a los sistemas y programas que pueden realizar tareas que tradicionalmente requerían inteligencia humana. Esto incluye cosas como el reconocimiento de voz, la resolución de problemas, la planificación y la toma de decisiones. Un ejemplo clásico es ChatGPT, que responde preguntas y genera textos coherentes a partir de una instrucción o prompt. Por ejemplo, ha sido especialmente útil en el ámbito educativo, ayudando a los estudiantes a comprender conceptos y proporcionando explicaciones detalladas en múltiples materias.

Según Mark Riedl, profesor de Georgia Tech, «la IA busca emular comportamientos que consideramos inteligentes». Este tipo de inteligencia es limitada porque se centra en hacer muy bien tareas específicas y son excelentes en una cosa en particular, pero no pueden llevar a cabo tareas fuera de ese ámbito de especialización.

qué es la inteligencia artificial

¿Qué es la Inteligencia General Artificial (AGI)?

La inteligencia general artificial o AGI, va más allá de la IA. La AGI busca emular la capacidad humana de aprender y adaptarse a cualquier situación, ya sea planificar unas vacaciones, razonar sobre un problema complejo, o incluso cuidar de una persona mayor. Para decirlo de forma sencilla, una AGI podría hacer todo lo que un ser humano es capaz de hacer en términos de inteligencia.

A diferencia de la IA, la AGI no se limita a realizar una tarea específica, ya que su meta es ser lo suficientemente flexible como para realizar una variedad de actividades tal y como lo haría una persona. Por ejemplo, una AGI podría gestionar una empresa completa o crear un proyecto artístico complejo, mostrando un nivel de adaptabilidad y creatividad similar al humano. Esta diferencia es clave, ya que la AGI podría implicar cambios significativos en cómo entendemos la tecnología y su impacto en la sociedad.

Diferencias clave entre IA y AGI

Existen tres aspectos clave que diferencian IA y AGI:

  1. Capacidad: La IA está diseñada para realizar una única tarea de forma eficaz, como describir imágenes o resumir textos. En cambio, la AGI tiene un alcance mucho más amplio, ya que es capaz de realizar cualquier tarea intelectual que una persona pueda ejecutar.
  2. Flexibilidad: La IA carece de la capacidad para adaptarse a nuevas situaciones fuera de sus tareas predefinidas. Por ejemplo, ChatGPT puede responder preguntas, pero no puede aprender a cocinar. La AGI podría tener la capacidad de cocinar cualquier plato o cambiar de una tarea a otra sin problemas.
  3. Inteligencia: La IA no tiene una «inteligencia plena», ya que sigue algoritmos y patrones preestablecidos. La AGI, por su parte, trata de imitar la capacidad humana para el razonamiento, la planificación y la creatividad.

qué es la AGI

¿Estamos cerca de lograr la AGI?

Hay mucho debate sobre si estamos cerca de lograr una AGI funcional. Mark Zuckerberg cree que estamos en el camino correcto para alcanzar la AGI pronto, mientras que el profesor Chirag Shah de la Universidad de Washington, afirma que la AGI aún está lejos. De hecho, Shah sugiere que aunque los modelos de lenguaje actuales, como GPT-4o, muestran «destellos de AGI», aún están muy lejos de ser verdaderamente inteligentes en el sentido humano de la palabra.

La realidad es que, aunque los sistemas actuales como ChatGPT y Google Gemini están empezando a mostrar capacidades impresionantes, aún dependen de datos previos y carecen de la capacidad de autonomía y pensamiento independiente que caracterizaría a una AGI.

Implicaciones de la AGI

La llegada de la AGI podría transformar cómo trabajamos, eliminando ciertos tipos de empleos, como los relacionados con tareas repetitivas o de bajo nivel técnico. También, podría tener un gran impacto en sectores como la salud, donde podría facilitar diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados. Sin embargo, también crearía otros nuevos como desarrolladores de IA, analistas de datos y especialistas en ética de la inteligencia artificial.

No obstante, también hay riesgos. Existe el temor de que una AGI pueda ser utilizada con fines malintencionados o que se convierta en una tecnología dominada por unas pocas empresas poderosas, limitando sus beneficios al gran público. Como destaca Georgios-Alex Dimakis, el riesgo de que una o dos grandes empresas monopolicen la AGI podría ser tan grande como el riesgo de que la propia tecnología sea mal utilizada.

Por otra parte, una de las mayores preocupaciones con respecto a la AGI es si esta podría hacer obsoleta la inteligencia humana. La mayoría de los expertos coinciden en que, aunque la AGI podría realizar tareas humanas, como el cuidado de personas mayores, proporcionándoles compañía y atención constante. Esto no significa que nos sustituya. Como explica el profesor Mark Riedl, la AGI no implica necesariamente conciencia o voluntad propia. Además, hay ciertos aspectos de la toma de decisiones y la creatividad humana que son difíciles de replicar en una máquina.

AGI enel sector de la salud

El futuro de la IA y la AGI

La línea entre la IA y la AGI se está volviendo cada vez más difusa, pero aún queda un largo camino por recorrer antes de que veamos una AGI completamente funcional. Según expertos como Demis Hassabis, CEO de DeepMind, podríamos ver importantes avances en AGI en los próximos 5 a 10 años, aunque otros creen que aún falta más tiempo. Mientras tanto, es importante seguir investigando cómo utilizar estas tecnologías para el bien de la humanidad, asegurándonos de que las ventajas sean accesibles para todos y que los riesgos sean gestionados de forma adecuada.

La inteligencia artificial, ya sea general o no, tiene el potencial de transformar la sociedad de maneras que apenas estamos empezando a comprender. Sin embargo, la clave está en cómo decidimos utilizar estas herramientas y qué valores y principios van a guiar su desarrollo.

Por todo ello, comprender la diferencia entre IA y AGI es fundamental para saber cómo esta tecnología podría afectar nuestras vidas en el futuro. Mientras que la IA estrecha ya está transformando sectores específicos con su capacidad para realizar tareas concretas, la AGI promete ir más allá y cambiar radicalmente cómo interactuamos con las máquinas y cómo estas pueden formar parte de nuestra vida cotidiana.

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